domingo, 30 de diciembre de 2018

¡¡Siempre!!

Y de pronto, ya casi estás lista para empezar a leer estas líneas que he escrito para ti pensando que las escribía para mi... y yo que he escrito tan poco... pero ¡¡he aprovechado mis minutos a tu lado !! ¡¡te lo aseguro!!, he decidido que esperaré que sola descubras que este lugar existe.

Y de pronto se me ha venido la vida encima aunque más que viejo me siento sereno y preparado para recibirte.

Hoy mientras tiendo la cama de tu nueva recamara pensé en escribir por que quiero que sepas que desde siempre y para siempre, en mi casa, en mi vida hay un espacio para ti.

No importa nada, no importan las circunstancias o las consecuencias aquí tienes, siempre, un hogar, un refugio y un escondite.

No importa nada, aun si estuviéramos distanciados, enojados o lastimados, aun si trajeras contigo la más terrible noticia o la más temible caja de pandora, aunque te sientas perdida o triste Nada importa NADA Siempre te estaré esperando con un abrazo de bienvenida y el lugar más cálido de mi alma reservado para ti.

Siempre

lunes, 5 de noviembre de 2018

Un domingo cualquiera...

Domingo 4 de noviembre 2018
6:49 am
Ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que escribí y ahora eres una linda señorita que en menos de un mes tendrá 9 años.

La vida cambió como siempre cambia y modificó nuestras rutinas y tú has logrado mantener nuestras vidas iluminadas con el brillo de tus sonrisas y tu dulzura que nunca empalaga.

Eres una promesa de vida que obliga y compromete, nos exprimes amor, paciencia y atención, nos exiges crecer a tu ritmo incansable, a romper esquemas para no hacer tuyas nuestras limitaciones.

***
7:15 am
Hoy es domingo, curiosamente te gané y me desperté primero y ahora te miro dormir, estás soñando... Lo sé porque mueves los ojos y gesticulas...
Paz, amor, tranquilidad, felicidad pura y contenta... Eso siento al verte dormir
Eres grande hoy que eres pequeña
Te amo hija y estoy inmensamente orgulloso de ti.

***

7:26 am
Estás a punto de despertar... Se termina la paz... Viene la tormenta de amor, risas y grandes expectativas... Comienza otro domingo con mi hija de 8 años!!!

***

7:32 am
No te despertaste, voy a ver si me duermo un ratito más antes de que inicies el torbellino... Te quiero hija.

sábado, 7 de mayo de 2016

Este es mi trabajo

Aquí tratando de barrer y pavimentar la pista

martes, 10 de junio de 2014

¿Me cantas la de la Ratona Juguetona?


La Ratona Juguetona

La Ratona Juguetona me ha pedido una canción
que yo invento de regreso del trabajo a su ilusión,
ratoncita almidonada, travesuras y rubor
con las trenzas enroscadas, me iluminas como un Sol.

Como un Sol, como un sol
que en la noche al regresar
acostadita en la cuna -más que luna- brilla un Sol.
Como un Sol, como un sol
al que me puedo acercar
que no lastima mis sentidos,
mis sentidos sienten más.

En el parque los columpios y en un frasco que es prisión
atrapadas por 10 pesos las burbujas de Jabón,
esta tarde en una junta no me pude concentrar,
me fugaba a ser pegaso de un jinete como tu.

Como tu, como tu
sin corbata y sin reloj
liberamos las burbujas de su cárcel de color.
Como tu, como tu
intentaba ser mejor
cabalgamos en mis hombros
tras las pompas de jabón.

Cada día por la mañana de mi mano hasta tu escuela
hago planes de llevarte donde las comentas vuelan,
nos iremos hoy de pinta, hasta el cielo y mas allá,
si me invitas gelatina del lunch que te da mamá.

Hay un niño aquí en mi pecho -bizco, chato y peleonero-
que me alega que no cuenta lo que compre con dinero,
Cuanto cuesta este recuerdo, hoy que mi hija ya creció
La Ratona y El Pegaso, sabe Dios donde voló.

Ramón Avellana Banda

Esta canción la escribió mi papá, en los noventas (aun que la habrá terminado -los dos últimos párrafos- unos 15 años después) y se la  escribió a mi hermanita Lety.

Vaya sorpresa de la vida, veinte años después, llevo a mi hija al parque casi todos los domingos, en la entrada hay una mesa donde venden burbujas de jabón que cuestan 10 pesos.

La llevo cada mañana a la escuela y cada día -en el trayecto- me pide que le cante esta canción, en el momento justo me da su manita y sonríe. 

Yo me siento en los zapatos de papá y soy dichoso e infinito, a pesar de todo.

¿Hija mía, serás capaz de sentir, tan solo de rebote, una pizquita de la felicidad que me provocas?
Te amo pequeñuela.




lunes, 19 de agosto de 2013

Firme en la tempestad...

No tengo pretexto hija mía, no es trabajo,no es falta de tiempo. Es solo que me importa mucho escribir estas letras con el corazón y no siempre es fácil tener la disciplina de escucharlo.
Hoy tengo una razón grande para escribir: Hoy (ayer, por que escribo estas lineas de madrugada) fue tu primer día oficial de escuela. 
Quiero escribir lo que siento por que quiero dejar memoria de estas sensaciones.


Orgullo
  • Sus ganas, cada día de las últimas dos semanas, al despertar, le preguntaba a su mamá ¿hoy ya voy a ir a la escuela?
  • Su emoción y la sonrisa -esa que tanto me hace sonreír- al ponerse el uniforma nuevo, al caminar -tomada de mi mano- del coche al salón, al entrar y sentarse en su mesita de pre-escolar, al despedirse de mi y de mamá. Dos veces corrió a decirme -te quiero dar otro beso y otro abrazo-. Se los dí... no es cierto... me los dio.
  • Su seguridad que, aun en mi incertidumbre, trasmitía tranquilidad. 

Hija mía, ¿será presunción pensar que, junto a tu mamá, he hecho un buen trabajo hasta hoy?
¿Sera que las decisiones tomadas por nosotros han hecho de ti una personita capaz de afrontar la vida?
¿Sabes?
Quisiera pensar que tu determinación y coraje te fueron otorgados como dones anteriores a mi. Que existe algún lugar, insospechado e intangible, donde te fue concedida una fuerza superior a la mía y por lo tanto, no debo preocuparme por ti, pues por añadidura sabrás enfrentarte a tu existencia, siempre con esa convicción.

Entiendo que esta nueva época de su vida le enseñara a valerse por si misma, de lo que enfrentes dependerá tu templanza, por o tanto he aquí un deseo difícil de desear, cruel desde el corazón por que no soy mas que un padre que ama y desea allanar tu camino, sin embargo al verle fuerte y decidida me envalentono y lo deseo con determinación:

Dame, oh Señor, un hijo...
Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos. Allí déjale aprender a sostenerse firme en la tempestad y a sentir compasión por los que fallan...
General Duglas MacArthur 

  

Emociones

Hoy me metí a revisar el blogg y me encontré con este borrador de publicación.
No se por que no lo publiqué en su momento.. algo no me habrá gustado...
hoy calculo que unos 4 y medio años después de haber escrito esto... allí se los dejo... no esta revisado ni corregido... ahí va pues en caliente, esto es lo que sentía cuando apenas sabia que venia un hijo en camino...



Es extraño, siempre imagine que el periodo de espera de mis hijos seria un periodo de fiesta y celebración continuos y ahora que ha llegado ese momento tengo dentro de mi todo una cóctel de emociones y sentimientos y los comparto con ustedes a continuación.

Desde luego que estoy contento, estoy muy feliz por varias razones, primero, resulta que nos costo algo de trabajo lograr el embarazo(casi dos años de escribir y escribir a Francia, jaja ya se imaginaran que sufrimiento..) y justo cuando creimos que no lo lograriamos sin ayuda y estabamos por iniciar un tratamiento de fertilidad ¡¡¡ JAAAAA SORPREEEEESAAAAA !!!, Estoy contento por que añoro desde hace tiempo el compartir con un hijo mio el amor y la dedicacíon que me han brindado mis padres, ¡¡ GRACIAS MAMÁ, GRACIAS PAPÁ !!, estoy emocionado de la espera que nos aguarda... ver a mi esposa disfrutar de el crecimiento y el desarrollo de nuestro hijo dentro de ella y verla tambien sufrir los estragos de un embarazo, con la oportunidad que eso representa para cuidarla y demostrarle mi amor y mi apoyo. La hermosa experiencia que ha sido conocer, ver cecer y amar a mis sobrinos, cargarlos, cuidarlos, jugar con ellos, dormirlos, en fin todo lo que han representado en mi vida, ha fortalecido aún más esa ilusión por ver crecer a un hijo mio... En fin se que tengo muchas razones para estar feliz.


Siento al mismo tiempo un gran peso de responsabilidad y compromiso. Nora me pregunta con frecuencia ¿ que te pasa, no te da gusto?, CLARO QUE ME DA GUSTO, pero no puedo, ni quiero ademas, evitar sentir temor por fallar, no quiero fallar, quiero hacer feliz a mis hijos, quiero darles la mejor vida, las mejores oportunidades en fin, lo mejor de mi. No es un temor desbordado, es un ruidito en mi conciencia y en mi corazón que me mantiene desde que supimos que nuestro hijo venia en camino en un estado de alerta y concentracion, sin embargo no lo esperaba, no sabia que estaria ahi...


siento curiosidad, que sera, ¿niño, niña? como sera que le va a gustar

domingo, 23 de enero de 2011

Marianita y el pediatra

El Dr. Roberto Hirsh es el pediatra de Ana Jimena (antes fue el mio), es un gran médico y es un gran señor sobre todo.
El Dr. Hirsh recibió y revisó a mi hija cuando nació, es un médico que transmite tranquilidad y paz cuando, después de revisar a tu bebe, dice -muy bien, esta muy bien-.
El doctor Hirsh tiene su consultorio lleno de cuadros y dibujos, algunos están ahí desde que yo era niño -como uno donde un niño al que recién vacunaron y aun tiene los pantalones abajo, juega con unos utensilios médicos subido en una silla-. Conforme fui creciendo y, de tiempo en tiempo regresaba al consultorio, tal vez  a acompañar a mis papas a llevar a mis hermanos menores o mas tarde a mi hermana con mis sobrinos, fui notando que había cada vez mas y mas cuadros y dibujos, despistado como suelo ser, nunca les puse atención.
Ya hace 14 largos y fugaces meses que nació Anita y durante el primer año de su radiante vida acudimos a citas de revisión rutinaria una vez por cada mes, ahora todo parece indicar que iremos mas o menos cada 60 días, mas unas visitas por un par de infecciones, una influenza tipo "B" y alguna tosecilla ligera, resulta que he tenido tiempo de sobra para poner atención a cada rincón de las paredes del consultorio del Dr. Hirsh.
Tiene muchisimas cosas colgadas, varias fotos de el mismo corriendo maratones, una del día de la boda de su hija y tiene un cuadro que habla de un dios muy parecido al dios en el que, si yo fuera creyente, me gustaría creer. Tiene también muchos diplomas y reconocimientos.
Tiene varios agradecimientos de niños que ha curado y le mandan dibujos o fotos. Seguro que esos le gustan mas que los diplomas.
Uno, cuenta la historia de Marianita, y ese es el que me gusta mas...

Junto a la foto de Marianita, de unos 4 años posando junto a una alberca con su traje de baño, dice así:

"Cuando el Doctor Roberto Hirsh te recibió en su campo estéril, habías muerto por asfixia. Bobby luchó largamente, hasta hacerte respirar. Eras muy pequeñita, de seis meses y medio de gestación, y apenas alcanzabas el kilo y medio.

En terapia intensiva, durante casi un mes, Bobby veló por ti, horas de esperanza y momentos en los que te hundias. Poco antes de navidad de 1985, te puso en los brazos de tu madre y desde entonces no ha dejado de cuidar de ti...

Actualmente con tres años y medio de edad, Marianita disfruta intensamente de todas las cosas de la vida, el algodón de azúcar y los abrazos; los zapatos de charol con moño, las cintas para el cabello, los besos rasposos de su padre y los ojos amarillentos de gato callejero que se agrego a la familia.

Sabe acurrucarse y quedarse quietecita  en el regazo de su abuela.

Disfruta al descubrir cada día, como si fuera la primera vez, el contenido de su lonchera y tiene una amiga pequeña con la que ríe a carcajadas mientras intercambia ciruelas por duraznos .

Marianita baila, dibuja, recita, encanta y enloquece alternativamente a su hermanito; ensaya toda su coquetería con su padre, tíos y abuelo. Adora los chocolates y detesta la mugre y a las hormigas. Como si fuera un reflejo, sonríe cada vez que alguien la mira y estalla en hoyuelos. Sí, disfruta cada instante de la vida, hasta dormida y abrazada de su conejo de peluche la boquita se le divide en una sonrisa...

La verdad es que nadie adivina todas las posibilidades y la alegría que se pierde cuando no se da a un niño la oportunidad de vivir. Marianita esta viva, gracias Roberto Hirsh. Dios te bendiga por haberle dado a esta niña:

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD"


Cuando el Dr. Hirsh me vio derramar un par de lagrimas de emoción mientras leía la historia colgada en su consultorio, me dijo que Marianita ya tiene una hija. Ni yo conozco a Marianita ni ella ni su hijas tienen la mas remota idea que yo existo. Aun así saber que están bien me hace sentir muy feliz.

Me siento sobre todo tranquilo. El Dr. Roberto Hirsh es un gran medico y un gran ser humano y es el pediatra de mi hija.